Con la llegada de los pueblos germánicos a Hispania y, más concretamente, con la instauración de los visigodos en la península, Regina Turdulorum inició su imparable decadencia. La poca población que perduró en esas tierras comenzó a habitar en las alturas por la inestabilidad de los reinos germánicos y la inseguridad que esa situación generaba. Hay escasos restos y poca información de la época visigoda en esta zona, pero es destacable la conservación de dos columnas visigóticas, que actualmente se aprovechan en una ermita de estilo mudéjar de la cumbre de la Sierra de las Nieves, a pocos kilómetros del antiguo asentamiento romano.
En el siglo XII, ya en época andalusí, los almohades levantaron una fortificación en esta elevación natural, utilizando mucho material de reaprovecho de la yaciente cuidad romana. Se pueden observar en sus fuertes muros de tapial, sillares graníticos y algunas incrustaciones del material de la Regina Turdulorum romana.
Finalmente, a partir de la reconquista del sur de Extremadura, en el siglo XIII, por la Orden de Santiago, a manos de Pelay Pérez Correa, será Llerena la población que irá adquiriendo preponderancia en la zona, y comenzará el colapso de la fortaleza islámica, que perdurará como un simple espectro de lo que fue con sus moradores andalusíes.
Por ende, en el interior de la fortaleza se encuentra la ermita mudéjar de Nuestra Señora de las Nieves, construida en el siglo XV, y cuyos orígenes pueden encontrarse en la época visigoda. La ermita es de una sola nave, con estancias laterales y cabecera abovedada. El coro está sostenido por una columna visigoda y fuera, en el atrio, hay dos arcos de medio punto sostenidos por otra columna del mismo estilo. Están talladas en granito y son los únicos vestigios claros de arte visigodo en la fortaleza.
La columna del atrio de la ermita de Nuestra Señora de las Nieves data del siglo VII. El capitel, por un lado, responde al tipo de simplificación bizantina del capitel corintio. Tiene tres grandes hojas de acanto que hacen a su vez de volutas, y otras hojas menores que cumplen la función de collarino. El fuste, por otro lado, es sogueado al estilo de los celtas que poblaron la península en la Edad de Hierro. Por último, la iconografía de las hojas de acanto hacen referencia al Bautismo.
Para finalizar, no es fácil encasillar esta columna en una escuela visigoda por la poca información que tenemos de esta época en esta zona, debido a los escasos estudios que se le han practicado.