Duración: 98 minutos
Año: 1942
Protagonistas: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman,
Paul Henreid.
Curtiz va a
mezclar diferentes géneros como drama, romance y guerra.
En cuanto al
argumento veremos sacrificio, amor e ideales personales, se trata de un
triángulo amoroso. Los dos protagonistas se van a sacrificar.
Los valores
que refleja la película son muy importantes, el guardia es la antítesis del
pianista, el guardia va a ser inaceptable moralmente aunque al final no va a
ser como parecía, y el pianista es la fidelidad pura.
Se trata de
una historia de guerra, se sitúa en la II Guerra Mundial, Marruecos formaba
parte del protectorado francés, llegar allí era fácil pero salir era casi
imposible. A Casablanca venía gente de todos los lugares perseguida por el
nazismo, se necesitaba de un visado para llegar a Lisboa y así alcanzar
América.
Los personajes
nos empiezan a dar información cuando se reencuentran en el bar. En ese clima
de inseguridad social y bélica va a aparecer la inestabilidad de las relaciones
sentimentales.
El
flash-back va a marcar el punto de inflexión de la película, inmediatamente
después de eso aparece la chica joven recién casada, una chica muy joven e
inocente, esa escena tiene un gran contenido simbólico.
La música va
a jugar un papel importante en el flash-back porque siempre nos va a recordar
la música del pasado.
En esta película
se queda todo muy abierto, tiene muchas formas de interpretación.
Rick es un
hombre curtido que luchó con los republicanos en España, lucha a favor de lo
legal, este está de parte de la legalidad, eso nos va a indicar dónde se va a
encontrar al final de la película.
La
protagonista es una chica que está enamorada de un señor que desaparece y se
enamora de otro, ella va a dejar claro que con quien se quiere quedar es con
Rick.
Presenta un
guión literario profundísimo que adquiere protagonismo, si se lo quitamos la
película perdería valor.
La película
se va a dividir en varias partes, hay una presentación neutra que llega hasta
el flash-back, posteriormente vemos el auténtico desarrollo del triángulo
amoroso y finalmente el desenlace con una gran carga simbólica, ella se va con
el marido observamos un final moralizante tremendo.
En la
primera parte teníamos planos medios y las que tenían planos largos obtenían un
ligero picado, va a utilizar planos más cercanos y va a reducir el movimiento
de la cámara. Hay una alternancia clara de los personajes. Se potencian los
recursos, los que afectan a los primeros planos y al énfasis de la música.
Se dramatiza la situación de un modo más
intenso y es cuando aparecen las frases míticas: “Siempre nos quedará París”,
“Tócala otra vez, Sam”.
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