Director: Francis Ford
Coppola
Guión: James V Hart
Música: Wojciech Kilar
Año: 1992
Duración: 130 minutos
Hay un dramatismo acusado en la muerte de
Elizabetha, vemos un picado cuando renuncia a Dios, también vamos a ver planos
y contraplanos y visión rápida de la escena en el viaje a Londres, como si
fuese un cinematógrafo.
Coppola va a mezclar diferentes géneros,
amor, terror y erotismo. La música va a acentuar el ritmo de la película.
Dualidad entre la historia de Drácula y
Elizabetha y Jonathan y Mina, se marcan los tiempos mediante dos diarios.
Va a incorporar efectos visuales como la
cortinilla o cola de pavo real, vamos a ver planos en penumbra, presencia de la
sombra del conde en la vida de Mina.
También vamos a ver una dualidad interna
entre animal y persona. Las sombras van a personificar la tragedia.
Esta película abre camino en el tiempo,
hay claves plásticas que nos ayuda a entender como está organizada, vemos
trozos de blanco y negro en algunas escenas y flash rojo. Utiliza el cine
abstracto cuando vemos el fondo con gotas rojas, es una conversión de colores
en movimiento.
Unimos ese cielo oscuro con círculos de
color morado, eso nos va señalar que vamos a entrar en una etapa final.
Hay planos subjetivos cuando el ojo hace
de cámara, vemos también un cierre gradual del obturador y transición por
yuxtaposición cuando Dracul muerde a la chica y se convierten en los ojos de
Drácula.
Presenta una excepcional BSO que ha
marcado todos los momentos, marca el ritmo y la intensidad.
Hay algunas escenas que nos remiten a los
prerrafaelitas, como los cortes de cabeza.
Vamos a observar algunos
convencionalismos, como por ejemplo Lucy, las chicas pelirrojas eran símbolos
de erotismo, hay sensualidad y erotismo en el papel de Lucy. Hay valores simbólicos
universales como la representación de lo bello como bueno y de lo feo como
malo.
Es una época en la que ha variado el
concepto de amor como enajenación, el amor como algo que tú no controlas, ahora
ese estado de enajenación ya no es válido en sí mismo, se busca un amor más
racional. La chica pierde por completo el sentido por Drácula. Nos enfrenta un
amor consciente y maduro.
Coppola realiza un gran manejo psicológico
de los personajes.
La religión cristiana queda desde un
principio fatal, pero al final es justo lo contrario, incluso es Dios el que
salva al propio Drácula, lo redime gracias al amor de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario